
La psique sigue siendo un tema de gran misterio.
Gracias al trabajo en equipo que realizo con mis pacientes, hemos logrado entender mejor
nuestras capacidades para sanarnos y vivir mejor.
La Psicología es una ciencia relativamente joven. Formalmente, su nacimiento se ubica a finales del siglo XIX, después de que ya se habían creado la Psiquiatría y la Neurología como ramas especializadas de la Medicina y, la Historia, la Sociología y la Antropología en las Ciencias Sociales.
Dependiendo de la escuela psicológica, podemos ponerle especial atención en el estudio de la psique a conceptos como la conducta, el comportamiento, el aprendizaje, la memoria, la inteligencia, la conciencia, las emociones, los pensamientos, la percepción, la personalidad, la identidad, los hábitos, las etapas del desarrollo humano, los esquemas mentales, el sistema de creencias, la comunicación, las relaciones interpersonales, las conexiones neurológicas, el sistema endocrino y el resto del cuerpo, y muchos otros aspectos fundamentales del ser humano.
Algunos de estos conceptos son observables, pero también hay otros que son abstractos: han nacido del consenso de nuestra experiencia como seres humanos. Tal es el caso de la conciencia, una de las nociones más fascinantes desde mi punto de vista.
¿Te resultan estos conceptos conocidos? Me imagino que sí, pues cada vez observo con satisfacción cómo los temas de salud mental son más consultados por las personas, con el fin de conocerse mejor, comprender sus relaciones con el mundo y tomar mejores decisiones.
También se incluye en la Psicología el estudio de uno de mis términos favoritos: el Inconsciente (o Subconsciente). Éste es un aspecto de nuestro ser que cada vez vamos conociendo más y que, desde la Hipnosis Clínica, resulta del todo enigmático (hablaré bastante del Inconsciente en los siguientes artículos).
Actualmente, la Psicología es un quehacer muy versátil, como te mostraré a continuación.
Desde la Psicología Social, pueden estudiarse y proponerse soluciones a fenómenos que ocurren en los colectivos, sean éstos, mundiales, nacionales, masivos, organizacionales, grupales, comunitarios, tal como ocurre cuando se trabaja en ámbitos de salud, educación, política, ambiente, empresa y espacios laborales.
Otra rama, el área del Talento o Recursos Humanos es muy conocida y se acerca bastante a la Administración de Empresas.
Los/as profesionales en Psicología también nos incorporamos a los equipos interdisciplinarios en proyectos de desarrollo sostenible y derechos humanos, para lo cual se requiere conocer además de los temas de nuestra formación, otros relacionados con el Derecho Internacional y nacional, así como con Políticas Públicas e Inclusión Social. Esta es una materia que a mí personalmente me apasiona, y a lo que me he dedicado con muchísima entrega en Costa Rica, y a nivel regional, en mi amada América Latina y el Caribe.
La Psicología también se utiliza en el entendimiento de los fenómenos económicos. A fin de cuentas, las decisiones económicas que tomamos provienen de nuestras percepciones sobre el mundo que nos rodea y se reflejan en nuestros comportamientos. Entre los temas que investigamos están cómo se toman las decisiones que afectan nuestro mundo material y cómo a su vez las circunstancias materiales nos influyen.
Cuando se forma parte de equipos en los ámbitos de la Publicidad y el Mercadeo, estudiamos principalmente la percepción que se conecta con el mundo sensorial, emocional y las decisiones de consumo.
Finalmente, estamos quienes nos dedicamos a la terapia psicológica o Psicología Clínica, cuando realizamos abordajes individuales, grupales, en pareja o familia, con personas que quieren fortalecer sus capacidades y, reducir su sufrimiento mental y emocional, mientras resuelven crisis vitales o situaciones conflictivas.
Muchas personas también eligen iniciar un proceso terapéutico cuando desean mejorar algún aspecto de su vida y su interacción con las/os demás.
Dicho esto, me voy a dirigir ahora a la aplicación terapéutica de la Psicología.
Posiblemente has escuchado muchas veces a personas diciendo que a alguien le sucede algo "psicológico" cuando lo que pasa no tiene explicación o no debería estar ocurriendo. Tal pasa con un temor ilógico, una creencia extraña, una limitación personal o un comportamiento que parece no esperado. A veces, se suele incluso usar esta expresión con un juicio acusatorio de que lo que está pasando es irreal y podría ser un invento caprichoso o irracional de quien lo está presentando.
Esto podemos comprenderlo, si recordamos que, como apunté anteriormente, parte importante de lo que estudia la Psicología es esencialmente abstracto y proviene de nuestra experiencia interna. Aunque, por supuesto, sabemos también que lo psicológico se suele identificar con aspectos muy concretos de nuestra vida, como ocurre con las dificultades de desarrollo o aprendizaje, los problemas sexuales, el sentimiento de insatisfacción, la ira, la violencia, el cortarse, la anorexia, la depresión, las crisis de ansiedad o pánico, las fobias y los intentos de suicidio, entre otros muchísimos malestares que suelen referirse a nuestros servicios.
En las últimas décadas se ha ido venciendo el tabú de asistir a terapia psicológica, pues antes se tenía la idea de que “solo los locos van al psicólogo". Esta idea ha ido cambiando afortunadamente, pues los beneficios de la psicoterapia han logrado transformaciones notables e incluso radicales en la vida de muchas personas.
Después de la crisis global en 2020 y 2021 por la pandemia del Covid- 19, se logró una toma de conciencia masiva con respecto a la importancia de la salud mental para el equilibrio personal y social. En esos años se dispararon los indicadores de ansiedad y depresión, principalmente, y de muchas otras afecciones mentales. Así también se vio la necesidad de brindar acompañamiento emocional en el duelo a muchísimas personas por la pérdida de seres queridos que fallecieron o por crisis económicas.
Nos vimos en escenarios en los cuales debimos lidiar en gran medida con la emoción del miedo ante la incertidumbre y la necesidad de comprender lo que estaba sucediendo. Las transformaciones que se dieron trajeron cambios notables en nuestras dinámicas de interacción y espacios de pertenencia, así como una mayor conciencia de que la salud mental es fundamental para nuestro equilibrio.
Debo decir también, que las generaciones más jóvenes suelen tener muchísima información sobre salud mental. Mucho más de la que tuvimos quienes tenemos más añitos. Y en términos generales, celebro observar un interés bastante abierto de las personas en aprender más de estos temas como un signo de amor propio y responsabilidad.
A pesar de esto, muchas personas todavía banalizan la terapia psicológica al considerarla un asunto de moda o que simplemente es innecesaria. Por el contrario, mi experiencia me ha permitido presenciar la transformación sorprendente que las personas van experimentando cuando se van conociendo a sí mismas, revisan su propia historia y toman decisiones para alcanzar metas realizables para su bienestar y el de sus seres queridos.
Te recomiendo la terapia psicológica muy especialmente si estás experimentado crisis de ansiedad o pánico, depresión, fobias, dificultades para relacionarte con tus parejas, familia o equipo de trabajo; si estás sintiendo insatisfacción en tu vida, estrés, inseguridad, insomnio, pánico escénico, “baja autoestima”, dificultades en la sexualidad; o simplemente querés utilizar mejor tus potenciales para llegar a metas más ambiciosas.
También, si estás sufriendo padecimientos psicosomáticos como la gastritis o la colitis nerviosa, las alergias, migrañas u otros problemas que has notado que se acentúan con tu estado de ánimo y el estrés.
Si sabés que has sufrido un trauma emocional que ha causado consecuencias negativas en tu vida y afectan tu presente en la relación con vos mismo/a o con otras personas, la terapia psicológica es fundamental para superarlo.
Te puedo asegurar que después de sanar nuestras heridas emocionales, gracias al poder de la resiliencia, vas a desarrollar ciertos “súperpoderes”, como les suelo decir a mis pacientes, pues tu visión del mundo va a ser más sabia y verás información que tal vez la mayoría de la gente no ve a simple vista. Sobre este fascinante tema hablaré en otro artículo más adelante.
Esta es una pregunta sumamente válida cuando estamos sufriendo algún malestar de Salud Mental. Cuando esto pasa, generalmente queremos resolverlo lo antes posible y tomar decisiones sabias para cuidar recursos tan esenciales como los económicos, nuestro tiempo, sentimientos y esperanzas. Por eso, quiero darte alguna información clave.
En el contexto costarricense y en muchos países latinoamericanos, tanto en Psiquiatría como en Psicología brindamos escucha a nuestros pacientes, así como acompañamiento emocional y orientación en la toma de decisiones para superar los problemas encontrados. Sin embargo, nuestra formación y metodologías de acción divergen.
Las/os profesionales en Psiquiatría efectúan un abordaje médico de la salud mental. Por ejemplo, uno de los psiquiatras con los cuales suelo coordinar la atención de mis pacientes, suele recomendar de oficio exámenes de laboratorio para chequear el equilibrio hormonal, así como pruebas de intolerancia a los alimentos cuando coinciden los síntomas de ansiedad con colitis o gastritis nerviosa. Esto permite que la persona pueda alcanzar un conocimiento más grande de algunos factores físicos que suelen agravar sus padecimientos y así actuar frente a ellos, con el desarrollo de mejores hábitos o tratamientos según sus propias características y necesidades.
Por otro lado, la Psiquiatría cuenta con la medicación como una de sus principales herramientas de intervención, mientras los/as terapeutas psicológicos no tenemos la potestad de recetar ningún fármaco, pues realizamos un abordaje distinto (según la legislación costarricense). Nos dedicamos a tratar las problemáticas de nuestros pacientes a través del diálogo terapéutico y otras técnicas comunicativas que pueden incorporar ejercicios mentales, físicos, creativos o entrenamientos para vencer alguna limitación.
Con respecto a la medicación he de confesar que, superado mi escepticismo inicial, la experiencia en psicoterapia me ha enseñado que en algunos casos es recomendable que la persona lleve un tratamiento psiquiátrico paralelo con la utilización temporal de fármacos para estabilizar las emociones y los pensamientos. Esto resulta de consideración, si se trata de una situación extremadamente dolorosa o si la persona siente que no puede manejar todavía con equilibrio lo que le está ocurriendo.
Es comprensible que se busque el uso de psicofármacos cuando nuestro propio ser se nos sale de las manos y nos es difícil regir con naturalidad nuestras propias sensaciones, pensamientos e interacciones con el mundo. Sin embargo, no siempre es necesario. Algunas personas deciden atravesar condiciones verdaderamente incómodas y no usar medicación.
Personalmente, doy seguimiento a los resultados y efectos de la medicación farmacéutica en mis pacientes cuando la están tomando y muchas veces realizo coordinaciones directamente con profesionales en Psiquiatría para colaborar en los ajustes que son necesarios efectuar, con vías a que la persona pueda independizarse de los fármacos lo antes posible, si esto es posible.
En algunas ocasiones, si se ha diagnosticado una enfermedad mental con la cual se requiere aprender a vivir en las mejores condiciones, tales como el Trastorno Bipolar, la Esquizofrenia u otros tipos de psicosis, se recomienda utilizar medicación permanentemente. En estos casos, se considera que el organismo no está produciendo naturalmente algunas sustancias que se requieren para el funcionamiento adecuado de la psique.
Como he planteado anteriormente, solamente los/as psiquiatras y los/as médicos pueden prescribir medicamentos psicotrópicos (en Costa Rica, pues depende de cada legislación nacional). Además, existen diversas posiciones a favor y en contra de la medicación. Mi posición profesional es más flexible y considero que cada situación y cada persona merece ser tratada en su originalidad y exclusividad, contando con todas las herramientas y opciones que podemos ofrecerle para que pueda sentirse y desenvolverse mejor.
Por nuestro lado, en la terapia psicológica, la mayoría de usuarios/as no utilizan ningún tipo de medicación. Nos dedicamos a que la persona desarrolle un alto nivel de autoconocimiento y una manera más sana de tratare a sí mismo/a y a los/as demás. Cada psicoterapeuta se entrena en la aplicación de técnicas que se han creado al estudiar y crear teorías sobre cómo funciona la psique.
Por eso es que tal vez has podido escuchar sobre psicoanalistas, cognitivo- conductuales, humanistas, neuropsicólogos/as, transpersonales, Gestalt, y otras muchas otras escuelas psicológicas. Este tema apasionante me da pie para escribir un artículo entero al respecto, pues creo que es tu derecho entender las generalidades de estos tipos de terapia para hacer tu mejor elección.
Actualmente, han surgido muchas terapias interesantes para mejorar la salud basadas en propuestas energéticas o espirituales, muchas veces basadas en modelos orientales ancestrales de salud tan sorprendentes como la Acupuntura, o en otros modelos para concebir al ser humano desde diferentes perspectivas, como la Decodificación Biológica, el Magnetismo, las Constelaciones Familiares, la Biodanza, la Metafísica, entre muchísimos otros ejemplos.
Si bien, hay psicólogas/os que se forman en estas terapias holísticas, las personas que brindan servicios terapéuticos alternativos como los recientemente mencionados, no deben tener un título de Psicología para trabajar.
La Psicología se estudia académicamente en las universidades y se ha desarrollado a través de investigación cuantitativa y cualitativa, por eso podría pecar de ser positivista o limitada para muchas personas que gustan de perspectivas más intuitivas.
En mi opinión, creo que hay inconmensurables misterios en nuestra humanidad y que todavía no sabemos suficiente sobre cómo funcionamos las personas en nuestra totalidad. Ante este panorama de objetivas incógnitas, me parece que quienes practicamos la psicoterapia intentamos trabajar en referencia constante a lo que conocemos como ciencia y por eso buscamos evidencias que nos lleven a analizar conjuntamente diferentes niveles de la realidad, para sacar algunas conclusiones que nos lleven a la acción.
El desarrollo histórico de la Psicología se respalda también con legislación sobre cómo debemos ejercer nuestra profesión responsablemente y cómo se nos puede denunciar si faltamos a nuestras buenas prácticas y a la ética profesional. Contamos con un Colegio Profesional que nos respalda, regula y representa como gremio, el cual también brinda constantemente oportunidades de formación y participación en encuentros profesionales locales e internacionales.
A nivel nacional, como psicólogas/os debemos cumplir con una tabla de honorarios bien estipulada y existen mecanismos de denuncia para las mala praxis. Esto no ocurre todavía con las terapias holísticas, aunque tengo entendido que en los distintos países se están realizando intentos importantes de formalizar y legalizar estas prácticas para beneficio de sus representantes y sus usuarios/as.
Quiero aclarar por supuesto que, si te ocurre una situación abusiva o violenta en una terapia holística por parte de terapeutas inescrupulosos/as o inexpertos/as, podrás realizar la denuncia en el sistema nacional de justicia porque es tu derecho, pero no existe todavía un Colegio Profesional que acompañe la denuncia dentro del mismo gremio (al menos en Costa Rica). Como he dicho, sé que se están haciendo importantes esfuerzos de formar asociaciones y otro tipo de figuras legales para respaldar a terapeutas holísticos y a sus clientes.
A este respecto he de decir que, si bien en la Psicología y la Medicina se podrían encontrar lamentablemente colegas poco éticos/as e inescrupulosos/as, se tiene la ventaja de que se puede acompañar la denuncia en el sistema de justicia de una denuncia ante el Colegio Profesional correspondiente, con mecanismos reglamentarios claros para la protección de los derechos de los/as pacientes y el uso de sanciones. Mientras tanto, en la práctica holística esto no es posible todavía. Este puede ser un aspecto importante de sopesar al buscar tu terapeuta en salud mental.
Mis pacientes me han contado experiencias asombrosas vividas en tratamientos holísticos, cuyos aprendizajes son posibles de integrar a la terapia psicológica. También, me han comentado lamentablemente sobre experiencias no tan gratas e incluso abusivas por parte de médicos, colegas de Psicología y terapeutas holísticos/as. Por eso, es muy importante que sepás elegir muy bien a las personas en las cuales vas a confiar tu vida, tus secretos más íntimos y tu salud. Date el tiempo de elegir a profesionales calificados/as, responsables, con ética clara y con quienes te sintás naturalmente en comodidad.
Si te decidís por la terapia psicológica necesitás saber que esto requiere una inversión considerable de energía, compromiso y recursos económicos. Con respecto a este último aspecto, lo ideal es que estos costes temporales resulten rentables en el corto, mediano y largo plazo, frente a la perspectiva de conformarte con una situación que no te gusta y que justo te está haciendo pensar en la opción de llevar terapia.
Ojalá podás sentirte en la confianza de hablar de todos estos aspectos con tu terapeuta en un espíritu de apertura y sinceridad, para que tus expectativas puedan ser atendidas realistamente, y podás planificar bien esta importante decisión que estás tomando por tu salud.
Al elegir a el/la profesional que te acompañará en este proceso tan importante y transformador, hay algo fundamental por considerar y que a veces es inexplicable, pero a la vez inevitable. A veces hacemos "click" con una persona y con otra no, por mejor recomendada que esté. Es importante seguir tu intuición y sentir que realmente podés confiar en tu terapeuta, que podés ser vos mismo/a y sos respetado/a en todo momento, incluso si se tienen opiniones distintas. Tomalo muy en cuenta.
Para cerrar, quisiera decirte que se necesita mucha valentía para hacer cambios en la forma en que conducimos nuestra vida y en las relaciones con las otras personas. Si estás considerando la terapia psicológica y estás sufriendo por algo en particular, date la oportunidad de buscar soluciones a tus aflicciones emocionales, mentales y psicosomáticas.
Te podrías sorprender de todas las capacidades que tenés y todavía no has descubierto.
En los siguientes artículos, ahondaré en la sabiduría de las emociones, la manera en que funcionan nuestros pensamientos, el lenguaje del cuerpo, y otras cuestiones interesantísimas de las cuales me encantaría recibir tus comentarios en redes sociales.